jueves, 21 de abril de 2016

Harto de algunas difamaciones sobre la historia de Catalunya

Estoy harto de leer blogs que difaman sobre la historia de Catalunya, como éste: https://laverdadofende.wordpress.com/2013/06/05/180-anos-antes-de-la-llegada-de-jaime-i-valencia-habla-valenciano-y-cataluna-provenzal-frances/

Dice así: “Cataluña aún no existía, pero sus condados en el año 1030 eran franceses. Lo fueron desde el 801 en que Carlomagno los conquistó, hasta 1258 en que el Rey de Francia se los cambió a Jaime I por territorios aragoneses en el sur de Francia”.

En el 987 Hugo I Capeto, que se hacía llamar rex Francorum (rey de los francos), no de los franceses, instó al conde de Barcelona Borrell II a renovar los vínculos de vasallaje. Borrell NUNCA contestó a este requerimiento (Breve Historia de la Corona de Aragón, David González Ruiz).

Si tan francos eran los condados de Barcelona y sus vecinos ¿por qué Hugo I no hizo absolutamente NADA frente a lo que podría haber interpretado fácilmente como un acto de ‘sublevación’ de Borrell II? ¿Por qué el rey franco no invadió dichos condados para reafirmar su autoridad sobre estos feudos?

¿No es más razonable pensar que había un pacto tácito de cesión de autoridad debido a que esos territorios ya estaban cumpliendo por sí mismos el objetivo franco de frenar el avance musulmán? Además, el control imperial siempre suele debilitarse en la periferia y el Imperio Carolingio no fue una excepción.

Quiero citar un fragmento del libro La Edad Media: Siglos V-XII, de Julián Donado y Ana Echevarría, correspondiente a la asignatura del mismo nombre que imparte la UNED y que tuve la suerte de cursar: “En la Marca Hispánica, los condes catalanes, aflojados los lazos de dependencia frente a la monarquía carolingia, son de hecho independientes”.

Otro título recomendado en la bibliografía de esta asignatura, Atlas de Europa Medieval, de David Ditchburn, Simon MacLean y Angus MacKay, afirma: “Entre los años 1080 y 1180, Cataluña pasó de ser un conjunto de condados independientes unidos por débiles lazos dinásticos a convertirse en un principado unido bajo el mando del conde de Barcelona”.

Entonces ¿qué tengo que hacer según estos señores, ir a la Universidad NACIONAL de Educación a Distancia y pedirles que me devuelvan el dinero porque me han mentido?

Entiendo que el término ‘independencia’ genera polémica por el momento actual y porque se asocia a los estados modernos, cuyo origen se remonta al siglo XV. Sin embargo, las estructuras administrativas de los siglos X-XI nada tienen que ver con los estados modernos.

Admito que desde Catalunya se han difundido algunas lecturas históricas poco rigurosas como es el caso del término inexacto corona catalano-aragonesa o el intentar imponer la numeración de los condes por encima de la de los reyes de la Corona. Sin embargo, parafraseando a un compañero recreacionista, no se pueden combatir mentiras con más mentiras.

También veo más probable que la enseña de las cuatro barras procediera del reino de Aragón, pues es más lógico que en la unión de dos casales se impusiera un escudo real por encima de un escudo condal por una cuestión meramente jerárquica. No olvidemos que Ramon Berenguer IV fue príncipe de Aragón pero no rey. Al final, me parece absurdo disputarse una enseña que hemos compartido aragoneses, valencianos, mallorquines, sicilianos, sardos, corsos, atenienses y catalanes.

Respecto a la lengua, no soy lingüista, pero al final es cuestión de sentido común. Entiendo que llamar catalán a la lengua que se habla en la Comunidad Valencia, Baleares o la franja pueda llegar a resultar algo simplista, puesto que ‘catalán’ también es un gentilicio correspondiente a otra zona geográfica que no es la propia de estos territorios y llamarlo valenciano, mallorquín y aragonés también es una manera de reivindicar sus propias especificidades.

Además, hay que recordar que el occitano y el catalán fueron consideradas la misma lengua hasta el siglo XIII. Como catalanohablante, he visto algún vídeo en occitano y lo he entendido perfectamente.

La frontera entre dialecto y lengua es muy subjetiva, y podríamos estar mil horas discutiendo si fue antes el occitano, el valenciano o el catalán –por cierto, yo no he encontrado la famosa carta de 1060 dirigida por una residente árabe de Denia a la Condesa de Barcelona Almodis de la Marca en romance valenciano–.

Me quedo con una cosa: que entre un valenciano, un balear, un aragonés de la franja y un catalán nos podemos entender hablando el primero valenciano, el segundo mallorquín, el tercero aragonés y el cuarto catalán.

‘Disfrutar’ y ‘disputar’ son dos palabras que suenan parecidas pero que tienen significados diametralmente opuestos. Yo apuesto por disfrutar la historia común, no por disputárnosla. Me siento orgulloso de la historia de Catalunya y de la Corona de Aragón porque una no se entiende sin la otra y viceversa. La muestra fue un gran imperio en el Mediterráneo.

Orgulloso de volver a escuchar las palabras que Bernat Desclot atribuyó a Roger de Llúria: “No hay galera, ni barco, ni tan siquiera pez alguno que goce ir por el mar si no lleva un escudo con la señal del rey de Aragón en la cola”.

sábado, 16 de abril de 2016

El 'ora et labora' vuelve al Monasterio de Les Franqueses

Monasterio de Santa Maria de les Franqueses
Todavía siento en mi espíritu el gozo que me produjo haber asistido al peregrinaje del Monasterio de Santa Maria de Les Franqueses a principios de abril. Allí conseguí hacer penitencia por algunos viejos pecados y reconciliarme con el Señor.

Pues resulta que yo soy notario del Conde de Urgell Ermengol VIII y al enterarme que hacían un peregrinaje a Les Franqueses, decidí escribir a la abadesa para ver si podía asistir. Le confesé que de niño iba habitualmente con mis amigos a los alrededores del monasterio y nos entreteníamos haciendo travesuras a las pobres monjas, poniendo arañas en los hábitos tendidos o pimienta en las sagradas hostias. ¡Que Dios me perdone!

En fin, que solicité a la Abadesa si podía hacer la peregrinación y recibir la absolución de estos pecados que vienen de lejos. Berenguera de Rocafort aceptó y me impuso como penitencia escribir un documento notarial para una infeudación -ya os contaré ya, cómo se complicó la cosa-.

Al llegar a Les Franqueses me invadió una avalancha de imágenes de la niñez. Sentía las risas y las carreras delante de la abadesa, mientras nos gritaba: ¡arderéis en el infierno!

El sábado se celebró una comida multitudinaria en el refectorio del monasterio. En la mesa principal se sentaron las hermanas junto con los nobles y autoridades. Los peregrinos estábamos en las dos mesas restantes. Algunos comíamos con fruición, pues habíamos caminado durante muchas horas bajo un Lorenzo que ya empezaba a castigar.

La misa de la tarde fue especialmente emotiva. Entre los maravillosos cánticos de los juglares y los rayos celestiales que se proyectaban por los ventanales del ábside, sentir el éxtasis estaba al alcance del más incrédulo.

Las hermanas nos llevaron a los peregrinos a dar un pequeño paseo por los alrededores del monasterio. Allí fue cuando Berenguera confesó la dificultad de mantener tantas tierras y la necesidad de infeudar el monasterio para garantizar la supervivencia de la comunidad.

De hecho, justo después se llevó a cabo la ceremonia de infeudación, donde intervine como notario. Hubo momentos delicados de estira y afloja entre la abadesa y Pedro de Aula, el leridano que adquirió los derechos de explotación de las propiedades monásticas.

Uno me decía, -Cambia esto-, el otro, -Borra esto-. El escollo principal era la cantidad total de la operación. Que si 2.000 áureos es una cifra razonable y de aquí no bajo, que 1.600 es lo máximo que puedo ofrecer... La abadesa intentaba hábilmente jugar la carta de la absolución en favor de sus propios intereses:

Foto de Alberto Camacho.
-Intentar regatear a una abadesa no es la mejor manera de conseguir la salvación eterna, no creéis?- Finalmente, 1.800 áureos y 500 sueldos censales anuales. Cuando firmaron todos los testigos respiré aliviado. Al fin y al cabo, aquel contrato también sellaba el perdón de algunos de mis pecados.

El domingo, Miquel me invitó a unirme a una cacería por los alrededores del monasterio. A orillas del río hay unos caminos preciosos, donde la luz se filtra entre las copas de los árboles. Vimos huellas de jabalí y finalmente pudimos cazar uno con la ayuda inestimable de nuestro compañero Xavi, que se dejó la piel...

Fuimos a un tramo del río donde las rocas ofrecen unas formas sinuosas por el desgaste del agua y
donde se forman pequeños charcos cuando llueve. Alguien se imaginó que allí se debían bañar las monjas ... lo que provocó más de una sonrisa jocosa. Enseguida nos pusimos en marcha para borrar de nuestra mente estos pensamientos pecaminosos.

Bueno, dejemos atrás el 1219 y volvamos al 2016. Esta recreación en Santa Maria de les Franqueses fue el marco de presentación del grupo Recognoverunt Proceres, formado por Arnau Mir de Tost y las Dames de Salern. Colaboraron el Ayuntamiento de Balaguer y el Museo de la Noguera.

De hecho, el domingo se realizó una visita guiada al Monasterio por parte del Museo mientras los recreacionistas dábamos vida a las diferentes estancias del cenobio: el huerto, el despacho de la abadesa, la cocina, el telar y el escriptorium.

Al final, todos los peregrinos volvieron sobre sus pasos con el recuerdo de un rincón cargado de espiritualidad y paz. Así es el Monasterio de Santa Maria de las Franqueses.



domingo, 10 de abril de 2016

El 'ora et labora' torna al Monestir de les Franqueses

Monestir de Santa Maria de les Franqueses.
Encara sento al meu esperit el goig que em va produir haver assistit al peregrinatge al Monestir de Santa Maria de les Franqueses el passat cap de setmana. Allà vaig aconseguir fer penitència per alguns vells pecats i reconciliar-me amb Déu.

Doncs resulta que jo sóc notari del Comte d'Urgell Ermengol VIII i en assabentar-me que feien un peregrinatge a les Franqueses, vaig decidir escriure a la abadessa per veure si podia anar-hi. Li vaig confessar que de petit anava habitualment amb els meus amics als voltants del monestir i ens entreteníem fent entremaliadures a les pobres monges, posant aranyes als hàbits estesos o pebre a les sagrades hòsties. Que Déu em perdoni!

En fi, que vaig demanar a l'Abadessa si podia fer la peregrinació i rebre l'absolució d'aquests pecats que venen de llarg. Berenguera de Rocafort va acceptar i em va imposar com a penitència escriure un document notarial per una infeudació -ja us explicaré ja, com es va complicar la cosa-.

Al arribar a les Franquesses em va envair una allau d'imatges de la infantesa. Sentia els riures i les carreres davant de l'abadessa cames ajudeu-me, mentre ens cridava: us cremareu a l'infern!  

El dissabte es va fer un dinar multitudinari al refrectori del monestir. A la taula principal hi seien les germanes junt amb els nobles i autoritats. Els peregrins estàvem a les dues taules restants. Alguns menjàvem amb fruïció, doncs havíem caminat durant moltes hores sota un sol que ja començava a castigar.

La missa de la tarda va ser especialment emotiva. Entre els meravellosos càntics dels joglars i els rajos celestials que es projectaven pels finestrals de l'absis, sentir l'èxtasi estava a l'abast del més incrèdul. 

Les germanes ens van portar als peregrins a fer un petit tomb pels voltants del monestir. Allà va ser quan Berenguera va confessar la dificultat de mantenir tantes terres i la necessitat d'infeudar el monestir per tal de garantir la supervivència de la comunitat.





De fet, just després es va dur a terme la
Foto d'Alberto Camacho
cerimònia d'infeudació, on vaig intervenir com a notari. Va haver moments delicats d'estira i arronsa entre l'abadessa i Pere d'Aula, el lleidatà que va adquirir els drets d'explotació de les propietats monàstiques.

Un em deia, -Canvia això-, l'altre, -Això esborra-ho-. L'escull principal era la quantitat total de l'operació. Que si 2.000 aureus es una xifra raonable i d'aquí no baixo, que 1.600 es el màxim que puc oferir... L'abadessa intentava hàbilment jugar la carta de l'absolució en favor dels seus propis interessos: -Intentar regatejar a una abadessa no es la millor manera d'aconseguir la salvació eterna, no creieu?  Finalment, 1.800 aureus i 500 sous censals anuals. Quan van signar tots els testimonis vaig respirar alleujat. Al cap i a la fi, aquell contracte també segellava el perdó d'alguns dels meus pecats.

El diumenge, en Miquel em va convidar a unir-me a una cacera pels voltants del monestir. A la vora del riu hi ha uns camins preciosos, on la llum es filtra entre les branques dels arbres. Vam veure empremtes de porc senglar i finalment en vam caçar un amb l'ajuda inestimable del nostre company Xavi, que s'hi va deixar la pell...

Vam anar a un tram del riu on les roques ofereixen unes formes sinuoses pel desgast de l'aigua i on es formen petits tolls quan plou. Algú es va imaginar que allà es devien banyar les monges... el que va provocar més d'un somriure maliciós. De seguida ens vam posar en marxa, per bé d'esborrar de seguida els nostres pensament pecaminosos. 

Bé, deixem enrera el 1219 i tornem al 2016. Aquesta recreació a Santa Maria de les Franqueses va
ser el marc de presentació del grup Recognoverunt Proceres, format per Arnau Mir de Tost i les Dames de Salern. Van col.laborar l'Ajuntament de Balaguer i el Museu de la Noguera. De fet, el diumenge es va fer una visita guiada al Monestir per part del Museu mentre els recreacionistes donàvem vida a les diferents estances del cenobi: l'hort, el despatx de l'abadessa, la cuina, el teler i l'escriptorium.


Foto d'Alberto Camacho


Tots els peregrins van tornar sobre les seves passes amb el record d'un racó carregat d'espiritualitat i pau. Així és el Monestir de Santa Maria de les Franqueses.